Esta es la historia de Ragut, un niño hindú, de doce años que vivía en una familia pobre, aunque no era de las más pobres del lugar:
Sólo iba a la escuela dos días en semana, por que tenía que trabajar con su padre. Su madre, se dedicaba a la agricultura, y su padre también, aunque les pagaban bien poquito. A Ragut , le encantaba ir a la escuela, era feliz, pero sus padres necesitaban su ayuda para traer más dinero a casa, ya que además de Ragut, tenían tres hijos más pequeños que había que alimentar. Los padres de Ragut, deseaban que llegara el día en que alguien apadrinara a Ragut y se lo llevaran fuera de allí para que él pudiera cumplir su sueño de ser profesor.
Y ese día llegó. Una familia Española, lo apadrinó, durante años le mandaron dinero cada mes, y mucho material escolar, además de repoa de vez en cuando.
Cuando Ragut cumplió 15 años, habló con las personas que participan en la ONG donde le habían apadrinado, y preguntó si él mismo podía escribir una carta, y que ellos la tradujeran. La ONG, le dio el visto bueno.
En la carta Ragut expresaba el deseo de venir a España a estudiar, y pedía por favor que hicieran lo posible para que él pudiese venir y estudiar para poder en un futuro construir escuelas en su país.
Ante esto, la familia Española movió Roma con Santiago y al final consiguieron traerlo. Ragut se dedicó primero a aprender el idioma, y cuando más o menos lo dominaba, inició bachillerato. Dos años después, cuando lo terminó, se matriculó en magisterio en la Universidad Complutense de Madrid.
Cinco años después volvió a su país y realizó su mayor sueño: construir una escuela para que todos los niños pudieran estudiar.
Tengo un compañero que esta igualito
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